Conexiones metalingüísticas: A propósito—no de chiripa

Sin querer queriendo…El Chavo del Ocho

Aloise Miller

Siempre he sido multilingüe. Me es realmente imposible contestar, “¿cuál es tu primer idioma?” Con mi mamá, hasta la fecha, me comunico en español y con mi papá, en inglés. Durante los primeros siete años de mi vida viví en CINCO países y estuve expuesta a más de cuatro idiomas aparte del inglés y español, y desde el segundo grado de primaria, toda mi educación fue bilingüe. Sólo sé lo que es ser multilingüe y agradezco la fortuna de la vida por haberme dado la oportunidad de crecer hablando más de un idioma y de ser educada en dos idiomas.

No sé exactamente cuándo reconocí las conexiones entre mis dos idiomas, pero recuerdo estar en un restaurante con mi prima, (pobrecita, sigue siendo monolingüe limitada) y me preguntó, “What are tacos de bistec?” Le dije, “well, you know what a taco is, think of bistec like beef steak. Listen, they sound almost the same.” Allí empezó un juego, donde el resto de la visita, nos convertimos en ‘Las Spanglish Detectives’ . Llenamos un cuaderno “escribe”  con todos 

nuestros descubrimientos. Quién sabe dónde terminó el famoso cuaderno con todos los hallazgos de nuestra labor, pero ahora entiendo por qué, en tercer grado, empecé a tener el logro académico que no había experimentado en años anteriores.

Ahora entiendo que lo que ocurrió ese verano fue que empecé a desarrollar conciencia metalingüística. Empecé a ver las similitudes y diferencias entre el inglés y el español. Buscar y reconocer las conexiones entre idiomas facilitó la transferencia de destrezas y conocimientos sin importar el idioma en que las hubiera aprendido.

En 1979, Jim Cummins propuso una teoría conocida como The Threshold Theory. Esta teoría sostiene que alumnos bilingües que saben leer y escribir, a nivel en ambos idiomas, reciben beneficios positivos del bilingüismo. Uno de los beneficios es el alto nivel de rendimiento académico y otro es el desarrollo cognitivo avanzado. (Thomas, Collier 2017)

No podría decir si mis maestros planeaban lecciones con el propósito intencional de conectar vocabulario, estructuras y funciones entre el inglés y el español, (para 1979 yo ya había completado la primaria LOL ) pero sí sé que yo, sin querer queriendo, formaba mis propias conexiones.

Mejor, a propósito

Todos mis estudios y carrera han permanecido en el ámbito de la educación bilingüe. La importancia de considerar la relación entre los dos idiomas de instrucción siempre ha sido un enfoque para mi. En mi trabajo con docentes multilingües fomentar esa conciencia y cómo planificar lecciones específicamente diseñadas para elevar el metalenguaje con los estudiantes es mi máximo.

Muchos programas bilingües tienen algunos componentes en inglés y otros en español, y los maestros operan firmemente dentro de su idioma y su materia. Pero los estudiantes bilingües no mantienen sus dos idiomas separados. Los docentes necesitamos saber y comprender cómo conectar lo que se enseña en inglés con lo que se hace en español y viceversa. Al planificar oportunidades de conectar los idiomas de manera intencional podemos acelerar la metacognición y flexibilidad mental del aprendiente bilingüe.

Hay varios posibles modelos y rutinas instruccionales para acelerar la instrucción metalingüística. A continuación voy a compartir dos. En su libro, Teaching for Biliteracy (2013), Karen Beeman y Cheryl Urow proponen tres espacios de instrucción. Uno, aprendizaje de contenido e idioma en español, otro, contenido y lenguaje en inglés y el tercero el puente donde el docente conecta los conceptos aprendidos en un idioma con el otro. Las lecciones del puente están planeadas para transferir el contenido aprendido en un idioma al otro. También son oportunidades para desarrollar el análisis contrastivo entre los idiomas.

El puente, según recomendaciones de Beeman y Urow, se lleva a cabo al final de cada unidad. No es una actividad de viernes o rutina diaria. Las unidades académicas o temáticas se enseñan en un idioma y al terminar la unidad se experimenta el puente. Este método se puede utilizar en todo tipo de programas bilingües. 

Otro modelo es Anticipación-vista-repaso(Preview-View-Review.) No sé a quién darle crédito por este modelo.  Yo lo aprendí durante mi preparación como docente bilingüe en los años ochenta. Con una rápida búsqueda en la red se pueden encontrar muchos ejemplos de cómo implementar esta estrategia. En el incomparable recurso para el aula bilingüe/dual, ¡Toma la palabra! (2017), la Dra. Lara ofrece la siguiente plantilla.

El docente prepara una corta lección para introducir un tema nuevo y el vocabulario del tema. (ANTICIPACIóN)  Esta lección se hace en un idioma, digamos español. 

El resto del tema se enseña en inglés. (VISTA) Las lecciones en inglés pueden durar varios días. 

Al concluir el aprendizaje del tema, el docente prepara una corta lección, en español, para cerrar el tema. (REPASO) 

Durante la lección en español, se da la oportunidad de revisar la comprensión del tema en dos idiomas y enseñar, intencionalmente, el análisis contrastivo. Se puede comparar vocabulario y estructuras de lenguaje. Estas lecciones desarrollan el pensamiento crítico y aumentan las conexiones entre los idiomas.

Hay otras maneras, métodos o rutinas pero lo importante es saber lo que se transfiere de un idioma a otro y lo que NO se transfiere. Conexiones metalingüísticas pueden ser obvias en aulas bilingües donde en realidad se enseñan dos idiomas y hay una consideración real sobre cómo unir los dos idiomas de una manera significativa para los estudiantes. 

Al diseñar instrucción que incluye metalenguaje para nuestros alumnos no sólo formamos un puente entre idiomas sino una autopista de metacognición. Si queremos que nuestros alumnos obtengan todos los beneficios posibles del bilingüismo, tenemos que enseñarles las conexiones entre el inglés y el español a propósito.

Aloisita a los cuatro años, lista para ir al Montessori holandés. Paramaribo, Surinam. País número tres, idioma número cuatro.

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